miércoles, 15 de febrero de 2012

Chica tetabrick (enero 2012)

Un satélite,

que conoce su centro de gravedad

y, sin poder evitar la atracción,

sabe que su órbita no le permitirá acercarse.


Un náufrago,

sediento pero rodeado de agua

que le refresca y le recuerda su sequedad

al convertirse en mera sal en sus labios.


Un bulímico,

inapetente ahora de todos los deseos

porque el día que perdió su alimento

desaprendió incluso el uso de sus dedos.


Un juguete desechado,

que disecciona sus taras

y que comprende que, incluso si sale de la caja,

no será por las manos esperadas.


Un envase vacío

que no quiere reciclarse

porque, para su llanto,

nunca termina la madrugada.

2 comentarios:

  1. Ya sabes que mataría por haber escrito alguno de esos versos... me encanta que los hayas publicado.

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